S03-PRÁCTICAS SOCIALES, REPRESENTACIONES Y POLÍTICAS EN TORNO A LA ALIMENTACIÓN
Coordinación:
- Santiago Amaya Corchuelo, Universidad de Cádiz-ASANA
- Carmen Lozano-Cabedo U.N.E.D.-IMA
Contacto:
- santiago.amaya @ uca.es
- clozano @ poli.uned.es
Propuestas de líneas de investigación y reflexión
Se anima a los investigadores a enviar comunicaciones en las que se analicen las transformaciones que se han operado, en las últimas décadas, en las prácticas y hábitos alimentarios y en los significados atribuidos a la comida; en las políticas alimentarias, agrarias y de salud; en las relaciones entre los agentes del sistema agroalimentario o los análisis sobre las diferentes formas de participación política que se desarrollan en el ámbito alimentario, sus características y los actores que tienen mayor presencia en cada una de ellas
La alimentación es, en el sentido utilizado por Mauss (1994), un hecho social total, entendiendo que todas las áreas de la cultura y, en definitiva, de la vida social (económicas, legales, políticas, religiosas, etc.) encuentran en él expresión simultánea y lo influyen de algún modo. Ante el incremento de los estudios sobre la relación entre cultura y alimentación se han desarrollado líneas de análisis novedosas y renovadoras, y la Antropología ha proporcionado un amplio corpus documental, etnográfico, conceptual, teórico y metodológico (De Garine, 2002; Contreras Hernández y Gracia Arnaíz, 2005; Aguilar Piña, 2014; Gómez-Benito, 2018). Está cada vez más claro que el análisis del hecho alimentario es multidimensional y requiere del aporte interdisciplinario para ser comprendido y explicado en su globalidad (García, 2007; Aguilar, Amaya-Corchuelo y López-Moreno, 2016). Este simposio está abierto al debate de todos los trabajos e investigaciones que aborden la situación, problemática y transformaciones sociales de la alimentación.
La alimentación es uno de los ámbitos más afectados por los procesos de globalización. En las últimas décadas e han multiplicado la cantidad y diversidad de procesos a los que se somete a los alimentos, propiciando la creciente desconexión entre producto agrario y producto alimentario (Hervieu, 1993; Holt-Gimenez & Shattuck, 2011). Ha aumentado el número de actores que intervienen en el sistema agroalimentario (productores, elaboradores, distribuidores, consumidores, políticos, científicos, etc.) y la distancia (física y cognitiva) entre ellos. Se ha producido también un desplazamiento de los centros de decisión hacia las grandes corporaciones y desde los productores y los elaboradores hacia los distribuidores (Goodman, 1999; Marsden, 2013). Este sistema global de producción, transformación y consumo está generando un fuerte impacto ambiental, siendo uno de los principales factores que contribuye a la crisis ecológica, pero también grandes desigualdades en el acceso a los alimentos (y a los medios para obtenerlos, así como a la información sobre los mismos), así como en términos de distribución, equidad y gobernanza.
Estas transformaciones han producido múltiples cambios en los hábitos alimentarios (Contreras Hernández, 1997), que apuntan a una tendencia a la desconcentración, la individuación, la desimplantación y la deslocalización del sistema de comida (Herpin, 1988). Han modificado las prácticas y sentidos cotidianos de la compra y la cocina, o la relación entre los alimentos, la naturaleza, lo saludable, y las imágenes del cuerpo (Douglas, 1984; Fischler, 1995; Lozano, 2013). Ante estos cambios, es necesario dilucidar, entre otras muchas cuestiones, los aspectos de la cultura que se expresan en la selección de los alimentos, en su preparación alimentaria y en sus formas de consumo (Espeitx, 2005; Amaya-Corchuelo, Fernández-Zarza y Aguilar, 2018).
La alimentación se ha convertido en un espacio privilegiado para analizar las nuevas formas de participación política desarrolladas por los ciudadanos. En la actualidad, coexisten múltiples acciones políticas con diferentes características, grados de implicación social, compromiso cívico y presencia en el ámbito público (Novo Vázquez, 2014; Lozano-Cabedo y Gómez-Benito, 2017). Desde el desarrollo de un estilo de vida alimentario, o de unas prácticas específicas de (no) consumo y/o abastecimiento y/o producción de alimentos, hasta la integración en un movimiento alimentario o la firma de peticiones a través de internet relacionadas con temas alimentarios. Pero también la participación en acciones de protesta –como las manifestaciones contra los OMG-, el hacktivismo –como la campaña que lleva desarrollando Anonymus desde 2011 contra la web de Monsanto- o el reciente despliegue de acciones violentas de activistas veganos en Francia.
Idiomas español, português, inglés
Referencias Bibliográficas
- Aguilar, E., Amaya-Corchuelo, S., y López-Moreno, I. (2016). Alimentos con calidad. Nuevas estrategias rurales para nuevos consumidores. Arxiu d’Etnografia de Catalunya, 16, 137-152.
- Aguilar Piña, P. (2014). Cultura y alimentación. Aspectos fundamentales para una visión comprensiva de la alimentación humana. Anales de Antropología, 48(1), 11-31.
- Amaya-Corchuelo, S., Fernández-Zarza, M. y Aguilar, E. (2018). Placer, salud y sociabilidad. El hecho alimentario a través del jamón ibérico. Dialectología y Tradiciones Populares, 2(LXXIII), 425-452.
- Contreras Hernández, J. (1997). Alimentación y sociedad. Sociología del consumo alimentario en España. En C. Gómez-Benito y J.J. González Rodríguez (Ed.). Agricultura y Sociedad en la España Contemporánea (pp. 417-454). Madrid: Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, y Centro de Investigaciones Sociológicas.
- Contreras Hernández, J. y Gracia Arnaiz, M. (2005). Alimentación y cultura. Perspectivas antropológicas. Barcelona: Ariel.
- De Garine, I. (2002). Antropología de la alimentación y autenticidad cultural. En M. Gracia Arnaiz (coord.). Somos lo que comemos: estudios de alimentación y cultura en España (pp. 9-14). Madrid: Museo Nacional de Antropología.
- Díaz, C. y Gómez-Benito, C. 2005. Consumo, seguridad alimentaria y salud. Una perspectiva de analisis desde las Ciencias Sociales. Revista Internacional de Sociología, 63(40), 9-19.
- Douglas, M. (1984). Food in the social order: studies of food and festivities in the American Communities. New York, Rusell: Sage Foundation.
- Espeitx, E. (2005). La alimentación como instrumento: restricciones alimentarias severas, consumos desmesurados y“ dietas adelgazantes”. Zainak. Cuadernos de Antropología-Etnografía, 27, 123-140.
- Fischler, C. (1995). El H(omnívoro). El gusto, la cocina y el cuerpo. Barcelona: Anagrama.
- García, R. (2007). Sistemas complejos. Conceptos, método y fundamentación epistemológica de la investigación interdisciplinaria. Barcelona: Gedisa.
- Gómez-Benito, C. (Ed) (2018). Estudios de Socio-Antropología de la alimentación en España. Madrid: Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente.
- Goodman, D. (1999). Agro-Food Studies in the ‘Age of Ecology’: Nature, corporeality, Bio-Politics. Sociologia Ruralis, 39(1), 17-38.
- Herpin, N. (1988). Le repas comme institution. Compte rendu d’une enquete exporatoire. Revue Française de Sociologie, XXIX, 503-521.
- Hervieu, B. (1993). Les champs de futur. Paris:François Bourin.
- Holt-Giménez, E. & A. Shattuck (2011). Food crises, food regimes and food movements: rumblings of reform or tides of transformation? The Journal of Peasant Studies, 38(1), 109-144.
- Lozano, C. (2013). Representaciones sociales de la agricultura ecológica en Andalucía. Gazeta de Antropología, 29(2).
- Lozano-Cabedo, C. & Gómez-Benito, C. (2017). A Theoretical Model of Food Citizenship for the Analysis of Social Praxis. Journal of Agricultural and Environmental Ethics, 30(1), 1-22.
- Mauss, M. (1994). Le fait social total. Paris: PUF.
- Marsden, T. (2013). From post-productionism to reflexive governance: Contested transitions in securing more sustainable food futures. Journal of Rural Studies, 29, 123–134.
- Novo Vázquez, A. (2014). “Consumocracia”. El consumo político como forma de participación de la ciudadanía. Política y Sociedad, 51(1), 121-146.